La hipertensión arterial sistémica (HAS) es una enfermedad crónica, controlable y de etiología multifactorial que se caracteriza por un aumento sostenido en las cifras de la presión arterial sistólica por arriba de 140 mmHg y/o de la presión arterial diastólica igual o mayor a 90 mmHg. En la mayoría de los casos, la presión elevada no produce ninguna molestia y es por este motivo que la HTA ha sido denominada el asesino silencioso.

La HAS es un importante problema de salud pública, no solo por su alta incidencia y prevalencia, sino por su estrecha conexión con el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La prevalencia mundial estimada de hipertensión arterial es de mil millones de individuos afectados y aproximadamente 7 millones de muertes al año se atribuyen a esta enfermedad. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado que el control inadecuado de la presión arterial es responsable del 62% de la enfermedad cerebrovascular y del 49% de la enfermedad cardíaca isquémica.