La rosácea es una enfermedad acneiforme inflamatoria crónica que afecta a un 10% de la población con mayor prevalencia en sujetos de piel clara. Generalmente tiene una distribución simétrica afectando a zonas centrales de frente, mejillas, mentón y nariz. También puede aparecer en orejas, cuello, parte superior del tronco y cuero cabelludo, aunque es menos corriente.
La rosácea se clasifica en cuatro subtipos dependiendo de la clínica predominante:
- Rosácea eritemato-telangiectásica: predominan el flushing, el eritema y las telangiectasias. Aparece en orejas, cuello y escote.
- Rosácea Paulo-pustulosa: es la forma clásica más frecuente en mujeres de mediana edad y se caracteriza por pápulas y pústulas en la región centrofacial, perioral, perinasal o periocular.
- Rosácea fimatosa: La mayoría de los pacientes son varones. Hay engrosamiento de la piel, dando un aspecto nodular irregular. Suele aparecer en la nariz, mentón, frente, oreja o párpados.
- Rosácea ocular: cursa con molestias oculares tipo sensación de cuerpo extraño, hipersensibilidad e irritación conjuntival. Se centra en los párpados, la conjuntiva y la córnea.
Foto de: Laboratorio Ozoaqua |
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