jueves, 4 de noviembre de 2021

Neumonía

La neumonía es una infección de uno o de los dos pulmones debido a la entrada de distintos microorganismos (bacterias, virus, micobacterias, hongos y parásitos) que se propagan por los alvéolos y hacen que estos se llenen de líquido o pus.

La neumonía varía dependiendo de la edad, tipo de microorganismo que la provoca y de su estado de salud, pudiendo llegar a ser letal en algunos casos. Los grupos donde esta infección puede llegar a ser más grave son bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años, aquellos que tienen problemas de salud o aquellos con sistemas inmunitarios debilitados.

Con la entrada de los microorganismos en el cuerpo se da lugar a una reacción inmune, donde el sistema inmunológico lucha contra ellos atacándolos, lo cual puede dar lugar a la inflamación de los alvéolos haciendo que estos se llenen de líquido o pus. 

La neumonía se puede clasificar atendiendo a la zona donde se contrajo:
  • Neumonía adquirida en la comunidad
Son el tipo más común de neumonía y es la que tiene lugar fuera del hospital o de los centros de atención primaria. Entre los microorganismos que las causan nos encontramos: Streptococcus pneumoniae, mycoplasma pneumoniae, ciertos tipos de hongos, virus como el de la gripe o el COVID-19
  • Neumonía adquirida en el hospital
Es aquella neumonía que se adquiere durante una hospitalización por otra enfermedad. Este tipo de neumonía suele ser más grave debido a que los organismos que la causan suelen tener más resistencia a los antibióticos y porque ya hay una enfermedad previa la cual causó el ingreso.
  • Otros tipos de neumonía
    • Neumonía por aspiración
Este tipo de neumonía es causada por la aspiración de alimentos, bebidas o vómitos hacia la vía aérea, causando así una infección. Esta aspiración suele darse en casos donde hay una falta de reflejo nauseoso, una lesión cerebral o un problema de deglución. 
    • Neumonía obstructiva
Se produce cuando hay una obstrucción a nivel de la vía aérea a nivel de los pulmones, como puede ser un tumor, el cual causa una retención de microorganismos por debajo de este no dejándolas salir al exterior.

A la hora de hablar de los síntomas de las neumonías, los síntomas suelen ser parecidos a los de la gripe pero que duran más tiempo, aunque pueden variar dependiendo de la gravedad de la infección. Entre estos síntomas nos encontramos: dolor al respirar o toser, fiebre, fatiga, náuseas y escalofríos. 

Estos síntomas suelen tratarse con éxito superando así la enfermedad, pero en ciertos casos más complejos pueden darse complicaciones potencialmente mortales como puede ser el daño renal, hepático y cardiaco por la falta de oxígeno, los trastornos pleurales, el fallo respiratorio y la sepsis, la cual se produce cuando los diferentes microorganismos acceden al torrente sanguíneo y causan inflamación en todo el cuerpo. 

Para detectar esta enfermedad es necesaria una exploración médica, en la cual habrá una auscultación torácica, ya que la neumonía tiene unos sonidos característicos y se confirmará este diagnostico con una radiografía de tórax. Para elegir un tratamiento adecuado se debe identificar el microorganismo que la causa, por lo que se llevaran a cabo análisis de esputo, sangre y orina.

Una vez identificado el microorganismo se llevará a cabo una terapia antibiótica, antivírica, antifúngica o antiparasitaria dependiendo del resultado de las pruebas.
Este tratamiento irá apoyado por oxigenoterapia si los niveles de oxigeno son bajos,
animando a las personas afectadas a moverse y salir de la cama para movilizar las secreciones en caso de ser necesario. 






Bibliografía de esta entrada:

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