Esta vez nos centraremos en los trastornos del sueño, un grupo de enfermedades realmente subestimadas que tienen implicaciones en la salud, seguridad y calidad de vida del que lo padece. Con motivo de esta temática, te invitamos a que realices una valoración real de tu tiempo y calidad de sueño.Así, en caso de que te resulten familiares algunos de los síntomas de los que hablaremos, que consultes a tu médico.
La somnolencia excesiva diurna o hipersomnia es uno de los trastornos del sueño que impide permanecer despierto. Clinicamente se define como la sensación de sueño que sufre la persona a una hora o en una situación inapropiada, que ocurre diariamente durante un mínimo de tres meses. Los enfermos sienten un fuerte impulso de dormir que no pueden controlar y que sigue de un periodo de sueño. Es un problema común que afecta al 4-20% de la población, afectando así también a la calidad de vida y el desempeño laboral e intelectual, con implicaciones en la seguridad de la propia persona.
¿Por qué ocurre?El descanso nocturno es imprescindible, puesto que actúa como herramienta reparadora en todos las personas después de toda la actividad fisica y mental que ha desarrollado durante el día. Se estima que los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño nocturno completo para poder llevar su actividad de forma regular. Sin embargo existen muchos estresores que impiden que nuestro descanso nocturno sea el adecuado. Tener un horario laboral nocturno, los dispositivos electrónicos, un ambiente poco cómodo o la dieta inadecuada pueden ser algunas de las causas más frecuentes que impidan esto. Además, existen una serie de afecciones médicas que también mantienen un vínculo con el desarrollo de esta enfermedad:
- Síndrome del sueño insuficiente
- Apnea obstructiva del sueño
- Diversos trastornos neurológicos (de afección muscular y ósea) y mentales
- Trastornos que afectan al ritmo circadiano
¿Qué síntomas considerar de alarma y cuándo acudir a consulta?
Las personas con esta enfermedad van a tener una fuerte sensación de fatiga y cansancio que culmina con un período de sueño más o menos largo. Quedarse dormido de forma frecuente y repentina es el signo de alarma clave en esta enfermedad. Puede ser que estos síntomas puedan ser fruto de unos malos hábitos si en menos de dos semanas esta sintomatologia cesa. Sin embargo, si estos episodios repercuten en tu vida diaria, lo más prudenete será acudir a tu médico apar que este evalúe tu caso.
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